La mayor parte de los momentos tristes y trágicos de mi vida, tienen banda sonora.
Normalmente, lloro acompañada de una pequeña lista de canciones en modo "repetición" que se reproducen una y otra vez sin aburrirme y hartarme lo más minimo.
Pasados los dias de "dolor", esas canciones quedan olvidadas y adquieren una mala reputación... puesto que cuando estoy feliz (en rara ocasión) no me gusta volver a escucharlas,pues vuelvo a sentir ese agobio y esa pena que experimenté en ese tiempo pasado.
Me encuentro en una estación de autobuses,percibiendo a mis espaldas el tránsito de gente que se apresura para llegar a su destino lo antes posible.
A la vez, escribo esto en un papel sucio y arrugado, mientras en mis oidos retumba el sonido de una melodia que en poco tiempo, estará llena de malos recuerdos.
Estoy situada al lado de una tienda de golosinas.Es irónico,sabiendo que mi vida es más amarga que la hiel.
Siempre me coloco en el mismo asiento, a la misma hora, y los mismos dias, y me pregunto:
¿Que tipo de persona ocupará mi lugar los dias que yo no esté?...¿Que le pasará por la cabeza?...¿A donde irá? ...¿Que planes de futuro tendrá?...
Cientos de preguntas revolotean en mi cabeza durante varios minutos sobre personas ajenas ,hasta que por extrañas circunstancias, pienso en mi.
¿Por qué no comprar un billete distinto, esta vez?.
Probar suerte viajando a otro lugar para huir de este infierno... olvidando todos aquellos recuerdos que empezaron por un destello de luz, y que poco a poco se fueron apagando.... o simplemente empezando de cero, como si de amnesia se tratara.
En un futuro no muy lejano, cogeré ese billete de ida ... ya sea en tren, en autobús o en avión.
Algún dia lo cogeré sin necesidad de pronunciar la palabra vuelta.
Todo sea por no tener que aferrarme a un reproductor de música cada vez que mi vida caiga en picado.
jueves, 3 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)